La falta de una educación financiera desde una temprana edad y falta de sistemas de ahorro que apoyen a las personas, especialmente en zonas marginadas y rurales, para administrar sus recursos, limitan las posibilidades de desarrollo económico y afectan la calidad de vida. El desarrollo de habilidades como la organización, la planeación y la toma de decisiones informada y responsable, aunadas al acceso a información actualizada sobre el manejo del dinero, son temas que no se encuentran presentes en los programas educativos.

Los programas incluyen hábitos de ahorro desde la infancia y posteriormente creación de bancos comunitarios. El eje central son las habilidades para la vida tales como: pensamiento crítico, toma de decisiones, planeación y organización. Los objetivos incluyen la mejor utilización de los recursos, establecimiento de prioridades y cumplimiento de metas. Los bancos comunitarios facilitan el ahorro y el acceso a créditos apoyados por el mismo grupo de la comunidad, los participantes asumen exitosamente la responsabilidad respecto a sus finanzas personales.